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Apaporis, un parque por una mina, es el título que la revista SEMANA, una de las principales revistas de Colombia, le da a la noticia especial sobre el parque nacional en el que se concedió la explotación del oro a una empresa canadiense llamada Cosigo Resources .
El parque Nacional Apaporis es el segundo más grade de Colombia, con una extensión de más de un millón de hectáreas. Es el hogar de 7 grupos indígenas que conservan una fuerte tradición espiritual, cultural, de manejo de plantas curativas y que, como naturalmente lo hacen los grupos nativos, han cuidado y vivido en armonía con la naturaleza.
Esta región del planeta es fundamental para mantener el clima no sólo de toda sur América, sino también de todo el planeta. Parece una película de terror pensar en cómo algunos seres humanos aun piensan que el dinero es más importante que proteger este paraíso que nos mantiene con vida, con aire, con la posibilidad de existir en este mundo.
EN RESUMEN:
Este parque era una reserva indígena. Los grupos nativos del lugar se negaron que declarar este lugar como Parque Nacional debido a que eso implicaría perder su autonomía y sería un riesgo para la continuación de sus gobiernos comunitarios que son quienes protegen su cultura y relaciones socio-ambientales. Posteriormente, con la amenaza de la explotación minera por parte de empresas, finalmente encontraron que la medida de urgencia más viable sería declarar el territorio como parque Nacional, lo cual consiguieron en el 2009, después de hacer ciertas negociaciones con el gobierno para que sus líderes locales pudieran continuar manteniendo la autonomía.
Dos días después de conseguir que fuera declarado Parque Nacional, Ingeominas, el organismo encargado de regular la exploración y explotación minera, dio la concesión oficial a una empresa canadiense (Cosigo resources) para la explotación minera es este mismo territorio.
La directora de Parques Nacionales, Julia Miranda, ha estado desde entonces pidiendo que la empresa renuncie oficialmente al derecho que le concede esta licitación, por tratarse de un área protegida, ante lo cual la empresa se niega y la directora de la Agencia nacional de Minería de Colombia, respondió que no existe por ley ningún motivo por el cual deberían renunciar a tal derecho.
Los indígenas organizados están luchando para prevenir esta explotación minera. Pero la empresa canadiense ha conseguido dividir a los indígenas, quien sabe con qué estrategias. Ahora un grupo de indígenas que, como se escucha en la declaración publicada en la revista Semana (lea el artículo de semana aquí) fueron asesorados por la empresa para presentar una tutela pidiendo que este territorio no sea protegido y que se permita la explotación miera en todos los aspectos.
Ahora la Corte Constitucional de Colombia tiene que decidir sobre este asunto.
Los Magistrados fueron a visitar el lugar el pasado 31 de enero. La respuesta será decisiva.
Aun tenemos tiempo de hacer algo. Debemos Unir fuerzas para evitar que la minería acabe con el pulmón del mundo, lo último que aún nos queda.
¡Por favor divulguen esta información para que consigamos hacer algo!
