Después de escaparse de una granja en China, un cerdo llega a las puertas de un templo budista y se arrodilla durante horas, aunque quisieron sacarlo de allí, el se rehusó a salir hasta que llegaron los monjes y comenzaron a cantar haciendo oraciones y bendiciendo al visitante.
Qué oración realizaría con tanto fervor? ¿Cuál era la bendición que esperaba recibir de sus amigos monjes?
Para el hombre moderno que se enorgullece de su lejanía de la naturaleza, es muy raro ver un animal expresando algo que parece ser síntoma de consciencia humana y no animal, pero quienes conviven con vacas, por ejemplo, en un ambiente natural y no en las granjas donde son esclavas, han podido ver que en algunas ocasiones ellas también se arrodillan, especialmente cuando amenazan fuertes lluvias, como en una actitud de oración.
Parece que estos animales tan especiales se hacen grandes desconocidos, lo poco que sabemos de ellos es el sabor de su cuerpo muerto, pero la consciencia que hay en su cuerpo vivo, que es algo mucho más maravilloso y sorprendente, ha sido eliminada de nuestro imaginario, tal vez para facilitar la insensibilidad del corazón a la hora de comer.
Espero que la oración del cerdo haya sido por toda la humanidad, por despertar la compasión que nos hace verdaderos seres humanos, y por que todos se hagan vegetarianos.